La guitarra melódica en esta canción nos recibe junto con
una interpretación suave y melancólica. Y es que quien canta no pierde este
tono sonoro, como en el segundo 47, cuando el golpe de la batería se vuelve un
poco más grave, ella se acopla a cada golpe para pronunciar cada palabra del
verso, es hermoso la forma en la que se escucha, porque rompe con la
tranquilidad de la melodía, es como un golpe necesario para entender su
mensaje.
Y es que la canción está escrita desde una experiencia
personal, pues su intérprete pasó por diversas rupturas en tres años, esperando
que cada uno de ellos fuera el indicado, sin embargo, nunca lo fue. Y esos
golpes de batería se sienten como esos tres años en los que ella lo dio todo, y
ahora se siente esa frustración por no encontrar lo que estaba buscando, pero
donde surge la pregunta de ¿y sí…? Sin duda, un tema poderoso y vulnerable, con
una letra con la que cualquiera que haya estado esperando a que llegara esa
persona indicada puede sentirse identificada.
¡La batería en esta canción se siente poderosa!
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