El riff del inicio de esta canción es impresionante.
Netherlands te recibe con lo mejor que tienen en esta canción. El riff, con el
paso de los segundos, se va difuminando con una batería que va marcando el
ritmo, aunque el eco de la guitarra se mantiene ahí, como un zumbido persistente
en el fondo del caos. La energía de la canción poco a poco se convierte en una
tensión que crece con cada golpe de la batería. La banda nos arrastras con su
sonido hacia la tormenta, porque así es como, al menos quien escribe, lo sintió.
La voz de su intérprete no es grave, pero con esta
característica de gritar ciertas palabras y en otras alargar la última palabra,
hasta que llega a perderse en lo profundo de los instrumentos. También logra
escucharse un poco más aguda en ciertos momentos, como ese grito típico de las
canciones de rock que están por terminar. Esta canción es como el aviso que precede
a una tormenta, la diferencia es que aquí si quieres quedarte y escuchar más y
dejar que cada sonido te envuelva.
¡La forma en que te envuelve “Severance” es fantástica!
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