Esta canción juega con unas texturas sonoras muy interesantes, tantos en la música como en la interpretación. Llama mucho la atención la forma en que sientes que se va moviendo la música a través de tus oídos, como si una pelota fuera rodeando tu cabeza con un sonido peculiar, mientras la guitarra toca estos riffs pegajosos, que se van quedando con nosotros a lo largo de la canción. También la batería va siguiendo este ritmo constante durante la canción.
En tanto, la voz tiene algún efecto que lo aleja de una
interpretación común, pero que funciona muy bien por el estilo de la música.
Ahora, hablemos de la letra. Nos cuenta la historia de un personaje deprimido y
que intentó ya no seguir en esta vida a los 26 años. También explica como el
protagonista de esta historia sigue tratando de avanzar, aunque todavía se
sienta confundido y con ese dolor que, a veces, lo frena. Se trata de un
testimonio crudo en su sonido y en su lírica, pero el mensaje no va a pasar
desapercibido, porque la forma en que todo está contado te envuelve en toda una
experiencia sonora.
¡Esta canción presenta un tema crudo mezclado con una experiencia
sonora sin igual!
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