Una guitarra melódica es la que nos da la bienvenida a esta
canción que guarda en su interior cierta oscuridad, y es que no solo se trata
de esa guitarra que incluso llega a sonar nostálgica, también tenemos la intervención
e la batería con golpes ligeros, pero contundentes, luego tenemos el bajo, que
espera su momento para unirse a esta melódica que es triste y oscura, pero que
no deja atrás su esencia del rock alternativo, incluso suena como algún buen
clásico.
La voz de su intérprete es profunda y con un tono
ligeramente grave, él también nos lleva a través de su canto en esta atmósfera
que, por momentos, se siente oscura. La canción nos habla sobre un amor perdido
que se convierte en trágico, esa especie de confesión final desde la oscuridad
en donde nos tiene inmersos por medio de su melodía y, en donde el deseo y el
dolor se pueden entrelazar sin dejar un momento ideal para escapar de ese sentimiento
de pérdida.
¡Un rock profundo y melancólico!


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