Una canción que te
contagia energía revitalizante con su ritmo.
Es un tema de corta duración que
alcanza un tiempo máximo de 02:08 minutos, en los que cautiva la atención con
su ritmo, a pesar de tener letras deprimentes y un contexto triste, todo se
compensa con este buen sonido que proviene de notas equilibradas de guitarra
que van de la mano con esa batería marcando los cambios, aunque de forma muy
suave. La rapidez que lleva no es intensa, ni lenta ni acelerada, mas bien se
coloca a la mitad de nivel con estabilidad la mayor parte de la canción. En lo
particular, me encanta el toque nostálgico que se le percibe, además de que
puede hacerte sacudir la cabeza, el cuerpo y el aburrimiento que puedes dejar
en la pista de baile o desde tu propio lugar.
La voz que entona las letras
proviene de un tono lírico ligero que encierra todo el sentimentalismo, así
como emotividad al cantar; tocando las fibras más sensibles impregnándolas
sobre los mismos poros de la piel hasta llegar al corazón para estrujarlo con
la melancolía que destila.
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