El último trago sin voltear atrás.
Una balada muy al estilo folk que resalta cada nota, cada instrumento, cada palabra que se clavan en nuestro pecho. ¿Quién no ha decepcionado y lastimado al ser amado? Me resuena tanto la frase "I can’t forget the countless times I hurt you before" No olvidas, jamás olvidas el momento en que lastimas a alguien, en ese momento sientes que se desprende tu alma e intentas atraparla recuperar esa parte que un día fuiste y que hubieses deseado nunca perder, pero el daño ya está hecho.
Una pieza magistral que nos envuelve de inicio en una balada lenta hasta que en el 01:23 las notas retumban para rematar con el coro que nos recuerda que no hay nada más que hacer.
Gust Thompson nos vuelve tan vulnerables que nos hace ver qué hay en nuestro interior.
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