La profundidad en esta canción viene dictada por la
interpretación, la cual al inicio, suena densa, pero poco a poco se va
convirtiendo en un canto delicado, sutil y dulce que nos envuelve en un
ambiente sonoro que se siente natural, como estar inmerso en un atardecer en
algún lugar lejano. La canción aporta cierta frescura, pero de esa que puedes
sentir casi en la piel en forma de un viento sutil. Y es que la canción
mantiene ese tono ambiental, pero también folclórico.
Y es que la canción nos habla de alguien condenado a robar
los sueños de personas dormidas para poder vivir más tiempo, aunque con el
tiempo, ese personaje siente que va perdiendo su esencia y no recuerda quién
es. Al final, el personaje principal de esta historia deja que el tiempo siga
su curso y desaparece como un sueño, y lo hace con un coro que suena casi celestial
y una melodía cargada de nostalgia, misma que se siente en la interpretación.
¡Un tema que te va a robar el sueño!
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