¿Te ha asado que tu mente te juega malas pasadas y piensas
que todo va encaminado al desastre? Bueno, pues esta canción va un poco de eso,
y lo mezcla con un sonido que, al inicio, suena destellante, amigable, casi
como si fuera sacado de un viejo videojuego. Lo que logra sobresalir de esta
canción es el tono animado con el que se presenta, muy al estilo de Blink 182 en
sus inicios. Hay irreverencia en esas primeras notas de guitarra, en la batería
que va marcando el ritmo y en el bajo que también está ahí para marcar el tono
de la canción.
Por eso la letra de la canción también llama la atención,
hay un poco de humor negro mezclado con esa angustia real de los nuevos tiempos,
mientras que la interpretación logra sostenerse por ese toque juvenil que nos
presenta su intérprete. Conectamos con él justo porque sentimos que nos habla
un amigo, sobre un tema con el cual nos podemos sentir identificados.
¡Hay un toque de irreverencia en esta canción!

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