Esta canción conserva el sonido del rock alternativo, con un toque de ánimo y buena vibra, y es que ese tono se siente desde la guitarra hasta la interpretación. La canción logra crear imágenes que nos acercan a un paisaje urbano, en donde quien canta, encuentra belleza en medio de el caos que es vivir en una ciudad. Sin embargo, también está ese anhelo por encontrar la paz interior en medio de un ambiente así. El mismo se puede ver retratado no solo a través de la letra, también con la música, que aunque desprende buena energía, también la podemos relacionar con esta melodía que explota en su sonido.
Por otro lado, tenemos la interpretación de su vocalista,
una que también se siente cercana. Él nos canta desde la experiencia de vivir en
una ciudad, nos ayuda a crear estas imágenes en nuestra mente y nos lleva a
través de la interpretación por este relato urbano que, a muchos que amamos la
ciudad, nos suena profundamente familiar.
¡Una carta de amor a una vida urbana!

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