Desde los primeros acordes y esos silbidos introductorios,
sabemos que estamos frente a un tema encantadoramente nostálgico. La melodÃa se
encarga de crear ese ambiente en donde la guitarra es la que aporta este toque
dulce a la melodÃa; pero también tenemos a la baterÃa, quien no se apresura, va
a un ritmo constante y vibrante. Y luego tenemos estas partes donde la música
baja el volumen y solo nos quedamos con la voz de Rich Anthony.
Su tono vocal se siente cercano y familiar, esos sonidos
similares a campanillas logran resaltar su tono dulce con el que interpreta
esta canción. La letra de la canción puede ser tan juguetona como la quieras
interpretar, pero también es un canto a la libertad, esto a través de la visión
de un fantasma, quien ya está libre de ataduras. AsÃ, nuestro intérprete
imagina cómo serÃa vivir con esa libertad, explorando esos caminos curiosos que
también se siente impregnados de un humor muy singular.
¡Esta canción se siente como un canto de libertad!

0 Comments