El clásico ritmo
de electrónica se hace presente en esta brillante interpretación
La nueva producción llega con un
ritmo moderadamente fluido hasta cierto punto relajado desde una armonización
de los instrumentos clásicos como la guitarra, y la suave batería, a los que se
le aplica un toque electrónico que le da un plus ante los sentidos a los que
mantiene despiertos con toda la intención de deleitarlos en este plus que de
igual forma los pondrá a bailar. Es un estilo que denota un toque nostálgico,
no tan intenso, pero ayuda a acentuar el sentimentalismo que de él emana. Algo muy
interesante que me resulta atractivo es el tiempo en el que suena el saxofón adornando
la pieza increíblemente, esto ocurre justo a partir del minuto 03:07, lo que se
consideraría la última parte, ya para cerrar con broche de oro el tema.
La voz del intérprete es melodiosa,
cálida, con la que podemos conectar sin conflicto pues es ella quien nos
llevará hasta una atmósfera diferente a través de la imaginación donde existe
la oportunidad de soñar con esos anhelos que han sido inalcanzables.
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