Música que raspa,
tonos enérgicos y adrenalina prendida hacen la esencia de esta nueva producción
El tema llega con un
acompañamiento saturado de ritmo el cual se percibe parejo con una fluidez
rápida, muy amena que se percibe armoniosa, emanada de una guitarra entusiasta
y una batería divertida de las que surgen las notas sin pausa o cambios
significativos de ritmo, más bien se mantienen extendiendo el aliento siguiendo
una línea rítmica que deriva en estabilidad. El tema transmite adrenalina
contagiante que retroalimenta los sentidos, manteniéndolos despiertos, en
alerta de recepción de buena vibra desbordante de esa que es imposible ocultar
y que más bien se refleja a través del optimismo. Se percibe una pausa gradual
de música en el minuto 02:30 justo el punto donde todos los instrumentos bajan
volumen para regresar encaminándose al cierre del tema.
La voz que nos deleita es grave,
de tonos gruesos la cual no pierde la frescura ni el entusiasmo, de igual forma
mantiene el ritmo enérgicamente desde una garganta que raspa solo con un toque
peculiar. Se adorna de coros suaves que la hacen lucir con todo su esplendor.
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